Opinión
Las Instituciones y las organizaciones, tanto públicas como privadas, han aprovechado la gran oportunidad de estrechar lazos con la sociedad a través de la organización de eventos. La celebración de Jornadas, congresos, entregas de premios o eventos de especial relevancia social son cada vez más habituales en nuestro día a día. Esto ha provocado que el protocolo, y en muchos casos la etiqueta, se conviertan en unas herramientas imprescindibles en la estrategia de comunicación para proyectar la mejor imagen pública de la entidad organizadora. Y es que las estrategias, técnicas y tácticas protocolarias pueden llevar al éxito o al fracaso el evento. Por ese motivo, no deben dejarse al azar o la improvisación, sino que deben estar previamente planificadas e integradas en la estrategia global. De este modo, pasan de ser un valor intangible y pasan a convertirse en un valor añadido para la organización.
Opinión de Susana Guindo, Responsable Comunicación y Relaciones Públicas de la Asociación Española de Protocolo
03-12-2018